Sinergia que Trasciende
Para Jorge Gutiérrez, colaborador en Allenza, una cultura de integridad garantiza el cumplimiento legal y la prevención de conductas corruptas o inapropiadas dentro de la empresa.
A partir de 2016, la Ley de Responsabilidades Administrativas ha impulsado a las empresas en nuestro País, sobre todo si realizan negocios con el Gobierno, a invertir en el cumplimiento de requisitos que promueven la prevención de actos de corrupción, la transparencia y la rendición de cuentas. Esto ayuda a crear un entorno empresarial más ético y contribuye a la lucha contra la corrupción.
En el mundo empresarial actual, la integridad se ha convertido en un valor fundamental (ya no solo en los proveedores del sector público). Los programas de integridad desempeñan un papel crucial para garantizar que las empresas operen de manera ética y responsable. A continuación, exploraremos por qué un programa de integridad es esencial para cualquier empresa.
Facilita cumplir con las leyes y regulaciones aplicables. Esto no solo evita posibles sanciones y multas, sino que también construye una sólida reputación. Las empresas que actúan con integridad son más respetadas por los reguladores, clientes y la comunidad en general.
La integridad empresarial es un escudo efectivo contra el fraude y la corrupción. Los programas de integridad establecen pautas claras sobre lo que se considera conducta aceptable, lo que disuade a empleados y socios comerciales de participar en prácticas ilícitas.
Contribuye a la creación de una cultura corporativa de confianza. Cuando las empresas promueven valores éticos y la transparencia, los empleados se sienten más comprometidos y motivados. Esto, a su vez, aumenta la productividad y reduce la rotación de personal.
La reputación es uno de los activos más valiosos. Un programa de integridad ayuda a preservarla, al demostrar un compromiso con la confianza, transparencia, responsabilidad y la ética. Esto es especialmente importante en la era de las redes sociales, donde las noticias viajan rápidamente y una mancha en la reputación puede ser costosa.
Las empresas que invierten en integridad tienen una ventaja competitiva. Los clientes y socios comerciales prefieren hacer negocios con empresas en las que pueden confiar. Ello se convierte en un factor diferenciador que puede impulsar el crecimiento y el éxito a largo plazo.
En resumen, una cultura de integridad es un activo invaluable para cualquier empresa. No solo garantiza el cumplimiento legal y la prevención de conductas corruptas o inapropiadas, sino que también construye una cultura corporativa sólida, protege la reputación y ofrece una ventaja competitiva. En un entorno empresarial cada vez más ético y transparente, la integridad se convierte en un pilar fundamental para el éxito a largo plazo. Cada organización, independientemente de su tamaño o sector, debe considerar la implementación de un programa de integridad como una inversión esencial en su futuro.
Jorge Gutiérrez es asesor y consejero en transformación de empresas, integrante de Allenza, y ha sido socio de las mayores Firmas de servicios profesionales en México y el Mundo, con más de 30 años de experiencia.